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Mostrando entradas de noviembre, 2010

Mi diciembre se escribe con g

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Cuando llega el final del año las reacciones son diversas. Hay quienes invaden la casa con adornos navideños, mientras otros carecen de tolerancia para villancicos. Algunos guardan la plata extra con prudencia y otros caminan frenéticamente de tienda en tienda. No importa en cuál categoría estemos, usualmente hay un elemento que se reitera: al final del año hacemos un balance. ¿Cómo ha sido su año 2010? Cuando yo lo repaso hay una palabra que salta de inmediato, y esta es gratitud. Estoy agradecida porque: - Obtuve un nuevo empleo, un porrazo de aire fresco que anhelaba desde hace varios años. - Me reencontré con la escritura en un abrazo de palabras que cada día se hace más intenso. - Mis hijos disfrutan de sus logros. Jonatán aprendió a estudiar sin el acoso de su mamá (y la mamá aprendió a no acosarlo) y Lucía ya es capaz de tener un payaso al frente sin gritar histéricamente. -Después de 16 años sigo casada con un hombre que ha aprendido a aceptar a la persona que yo soy. Es un gra

Ticos y nicas somos hermanos

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Mientras los ojos están puestos en la Isla Calero, los cancilleres corren de aquí para allá y doña Laura Chinchilla habla con los medios apelando a una solución pacífica, los ticos y nicas de a pie seguimos viéndonos las caras aquí en Costa Rica. ¿Qué cara nos hacemos? Tal vez nos miremos con desconfianza, unos pocos harán chistes y otros más se sacarán la lengua... o el dedo del centro. Es difícil no enojarse ante la intransigencia y charlatanería exhibida por una parte de la clase política de Nicaragua. Sin embargo, los pueblos y sus gobiernos no son lo mismo, y especialmente esto aplica en el caso de los nicas cuyos gobernantes aprovechados no han logrado resolver los graves problemas de pobreza de su país. Cuando tenemos al frente a la servidora doméstica que limpia nuestra casa, es ella; no es Daniel Ortega. Cuando conversamos con el constructor que nos sonríe con su diente revestido de corona de oro, es él; no se trata de Edén Pastora. Mientras escribo este comentario pienso en c