Un regalo hecho de palabras
¿Qué palabras vienen a su mente cuando escucha la expresión “Navidad”? Le doy algunos segundos para que piense. A mí, el receso decembrino me da la oportunidad de pasar algunos días en mi casa, todo un reencuentro con el silencio y con la siesta. El reloj queda desterrado a un escondido baúl que se volverá a abrir hasta enero y el descanso le abre espacio a una pausita para la reflexión. Este es el mosaico de palabras que me alcanzan cuando escucho “Navidad”. Veo los obsequios debajo del árbol y pienso en “contentamiento”. Este es un vocablo maravilloso, que me permite recordar que la vida y la salud son más importantes que la ropa, y el hogar más relevante que la casa. Me ayuda a disfrutar de mi pequeño jardín y a desechar la trampa de pensar que el zacate de al lado es más verde. Cuando quito al contentamiento de mi lista puedo ser presa fácil de los anuncios y hasta puedo caer en enorme tristeza por no comprar este o aquel chunche, o por no parecerme a la ...