De mi caja de recortes. A propósito de nosotras, las mujeres
Yo tengo una fascinación por las cajas. De cartón, de madera, de metal con imágenes que remiten a cuentos de hadas. He comprado chocolates en Navidad a ciegas solo por dejarme la caja. Nunca falta qué colocar adentro: desde las tarjetas que le dieron a mis hijos cuando iban a nacer, a fotos de papel (de la época en que uno temblaba de emoción el día en que iba a retirar el sobre del último rollo revelado). Pues bien, hoy abro para ustedes una caja de recortes a propósito del 8 de marzo. Claro que soy mujer todos los días del año ¡habrase visto! Pero mi corazón de periodista sigue pensando que estas fechas ayudan a abrir hendijas para traer temas a colación, y este es un asunto que me apasiona. Así que ya limpié la mesa y sacudí el mantel y abro para ustedes esta caja especial, decorada con fotos de las mujeres de mi familia, perfumada con hojas de eucalipto y con la compañía de una taza de café. Aquí va una lista de regalos, disfrazados de recomendaciones, a propósito de est...