Tus hijos no son tus hijos
Primero, les invito a leer el poema en la columna a la derecha de la pantalla. ¿Listo? Continuemos. Desde mi primer embarazo, hace 16 años, encontré estas palabras hermosas del poeta libanés Khalil J. Gibran . Se convirtieron en una especie de himno ante esa tarea gigante, abrumadora incluso, de ser mamá. Podría ser complicado cambiar mi horario de vida, enfrentarme al miedo de parir, tratar de sortear la maternidad desterrando culpas… pero nada se comparaba con la responsabilidad enorme de formar a otro humano. Así que me encontré al poeta (me lo imagino solemne, con voz dulce y paternal) diciendo: Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma (…) (…) y aunque estén contigo no te pertenecen… Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos (…) Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti (…) Sonaba tan romántico… pero la vida no es así. La maternidad es una experienc...