A la mañana siguiente
Imagen de Freepik Costa Rica abunda en diversidad, y esto no aplica solo a imágenes con monitos y tucanes, orquídeas y bosques. En 51 mil kilómetros cuadrados hay espacio para todo el mundo, y la etiqueta que más nos debería importar hoy es la de #ticos. Durante mis años del cole tuve dos amigas del alma, una era católica, la otra Testigo de Jehová y yo evangélica. De mi primer trabajo, hace más de 20 años, me quedó un grupo cercano que yo llamo “las chicas del museo”; somos amigas hasta el día de hoy. Hay diferentes visiones de la espiritualidad entre nosotras, y el respeto mutuo ha sido siempre un componente muy importante en nuestra relación. En pocos grupos me he sentido tan amada y aceptada como entre ellas. ¿Y la familia? Tenemos de todo: gente soltera, casados una vez, casados en segundas nupcias y en unión libre. Cuando nos reunimos, la mesa se convierte en metáfora: hay alérgicos, diabéticos, semi vegetarianos, intolerantes a la lactos...