¡Feliz Día de la Abolición del Ejército!
“Mi hijo no carga un fusil, carga una guitarra”, dice el graffiti de la foto. La tomé en una tiendita de artesanías camino al Volcán Poás. Es casi lugar común afirmar que Costa Rica es un país sin ejército. Pero vale la pena detenernos a pensar en lo extraordinario de este hecho. Nunca he perdido a un ser querido en una guerra, y la verdad este es un hecho impensable en otras partes del mundo.
El 1º de diciembre se celebra un nuevo aniversario de la Abolición del Ejército, que sucedió en 1948. Habrá una ceremonia oficial a cargo del gobierno, como cada año. Pero ¿saben una cosa?, debería ser una gran fiesta nacional, deberíamos vestir camisetas blancas, reunirnos a comer, orar y cantar juntos. Creo que nunca hemos vivido los rigores de la guerra, y por eso nos cuesta tanto celebrar la vida en un país sin tanques, helicópteros y minas enterradas.
Recuerdo que cuando era chiquilla tenía un libro que presentaba una foto de una aurora boreal y desde entonces he pensado que debe ser maravilloso presenciar este fenómeno que tiñe de colores el cielo. Sin embargo, hace algunos meses me detuve a contemplar el atardecer desde las gradas de la iglesia de Coronado y ¡era tan imponente! Pensé en el privilegio que significa contemplar esa explosión de naranja tan difícil de describir... y se me quitó un poco la fiebre de conocer una aurora boreal.
El punto que trato de explicar es que a veces dejamos de ver la belleza y los milagros que suceden a nuestro alrededor, solo por el hecho de que son cotidianos. Vivir sin ejército es un milagro, a pesar de los muchos defectos que pudiéramos encontrar en nuestro país. Si tienen alguna duda, les invito a hablar con alguien de Colombia, con los centroamericanos que vivieron la época de las guerrillas o con la gente estadounidense que tiene seres queridos en el frente. También podrían hablar con algún palestino o iraquí, pero quizá en nuestro país eso sea más difícil encontrar a alguien de estas nacionalidades.
¡Qué pasen un bellísimo 1º de diciembre! Feliz Día de la Abolición del Ejército.
El 1º de diciembre se celebra un nuevo aniversario de la Abolición del Ejército, que sucedió en 1948. Habrá una ceremonia oficial a cargo del gobierno, como cada año. Pero ¿saben una cosa?, debería ser una gran fiesta nacional, deberíamos vestir camisetas blancas, reunirnos a comer, orar y cantar juntos. Creo que nunca hemos vivido los rigores de la guerra, y por eso nos cuesta tanto celebrar la vida en un país sin tanques, helicópteros y minas enterradas.
Recuerdo que cuando era chiquilla tenía un libro que presentaba una foto de una aurora boreal y desde entonces he pensado que debe ser maravilloso presenciar este fenómeno que tiñe de colores el cielo. Sin embargo, hace algunos meses me detuve a contemplar el atardecer desde las gradas de la iglesia de Coronado y ¡era tan imponente! Pensé en el privilegio que significa contemplar esa explosión de naranja tan difícil de describir... y se me quitó un poco la fiebre de conocer una aurora boreal.
El punto que trato de explicar es que a veces dejamos de ver la belleza y los milagros que suceden a nuestro alrededor, solo por el hecho de que son cotidianos. Vivir sin ejército es un milagro, a pesar de los muchos defectos que pudiéramos encontrar en nuestro país. Si tienen alguna duda, les invito a hablar con alguien de Colombia, con los centroamericanos que vivieron la época de las guerrillas o con la gente estadounidense que tiene seres queridos en el frente. También podrían hablar con algún palestino o iraquí, pero quizá en nuestro país eso sea más difícil encontrar a alguien de estas nacionalidades.
¡Qué pasen un bellísimo 1º de diciembre! Feliz Día de la Abolición del Ejército.
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