En marzo, un poema de Gioconda Belli

Imagen de Pixabay. Me conquistó esta foto, espero que les guste.

Si leyeron la entrada de enero, se habrán enterado de la nueva tradición que he inaugurado en el blog. Cada mes, para iniciar, agarrar fuerzas y celebrar la vida, arrancaremos con un poema. Poesía como caldo para el alma, como una caricia en la espalda o el rayo de sol en el rostro, en una tarde fría. 

En marzo, el mes en que conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, damos inicio con  Gioconda Belli, esa mujer y escritora nicaragüense, llena de colochos, a quien tanto admiro. El poema lo tomé de un regalo extraordinario que me dio mi hermana Adriana en Navidad: una joyita titulada "Siempre nos quedará la poesía. Poesía nicaragüense ilustrada" (2004), compilado e ilustrado por José Aragón Guzmán, de la Editorial Hispamer. 

Y sin más que añadir, aquí vamos. ¡Qué lo disfruten!



Sencillos deseos 

Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en el pelo
y quisiera besos en la espalda
acurrucos
que me dijeras la más grande de las verdades 
o las más grandes mentiras
que me dijeras por ejemplo 
que soy la mujer más linda del mundo
que me querés mucho
cosas así
tan sencillas...

Cosas quiero como que andes mi cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero. 

Cosas quiero como una gran ola de ternura
deshaciéndome
un ruido de caracol, un cardumen de peces en la boca
algo de eso
frágil y desnudo
como una flor a punto de entregarse a la primera luz de la mañana 
o simplemente una semilla, un árbol
un poco de hierba
una caricia que me haga olvidar
el paso del tiempo,
la guerra, los peligros de la muerte. 

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