Donde todo empieza y todo termina
Corremos tanto en esta vida, hay tanto afán. Perseguimos el éxito, la felicidad, la prosperidad, la salud y el colmo de la ironía es que incluso nos llenamos de ansias en búsqueda de paz. Cada quien se lanza a este camino de diferente forma. La Biblia cuenta la historia de un hombre que hizo este mismo recorrido. No se negó nada, en su agenda hubo diversión, placer, conocimiento, buenos tragos, casa de lujo, empresas, negocios, dinero, arte, prestigio. Al final nada lo llenó, todo fue un fastidio. Llegó a la conclusión de que todo era una ilusión vana, era como “querer atrapar el viento”. Se sintió tan mal y tan vacío que llegó a odiar la vida. ¿Dónde encontró paz el hombre de la historia? En Dios. Al final de su camino el Rey Salomón, nuestro protagonista, encontró que lo mejor de la vida era disfrutar de aquello qu...