Día 18. La maravilla del trabajo
Hace varios días ví en un programa de Televisión Española una nota similar al espacio "Un sueño de navidad", que transmite aquí en Costa Rica Canal 7. En esta ocasión el programa hizo realidad el deseo de una mujer de 53 años, quien lloró ante las cámaras totalmente conmovida. ¿Cuál fue el sueño que miró cumplido? No era una casa, ni una cirugía que salvaría su vida, ni un pasaje de avión para visitar a familiares que no veía en mucho tiempo. No, nada de eso. Los productores del programa le consiguieron un empleo, pues el último lo había perdido desde hacía tres largos años.
¡Gracias a Dios por la posibilidad de trabajar! Aquí les dejo con las palabras del poeta libanés Gibran Kahlil Gibran.
El trabajo (extracto)
De la obra "El Profeta"
Gibran Kahlil Gibran (Líbano-Estados Unidos)
Trabajáis para seguir el ritmo de la tierra y del alma de la tierra.
Porque estar ocioso es convertirse en un extraño
en medio de las estaciones
-y salirse de la procesión de la vida,
que marcha en amistad y sumisión orgullosa hacia el infinito.
Cuando trabajáis, sois una flauta
a través de cuyo corazón el murmullo de las horas
se convierte en música.
¿Cuál de vosotros querrá ser una caña silenciosa y muda
cuando todo canta al unísono?
Se os ha dicho siempre que el trabajo es una maldición
y la labor una desgracia.
Pero yo os digo que, cuando trabajáis,
realizáis una parte del más lejano sueño de la tierra,
asignada a vosotros cuando ese sueño fue nacido.
Y, trabajando, estáis, en realidad, amando a la vida.
Y amarla, a través del trabajo,
es estar muy cerca del más recóndito secreto de la vida. (...)
Y todo trabajo es vacío cuando no hay amor.
Y cuando trabajáis con amor,
os unís con vosotros mismos, y con los otros, y con Dios.
¿Y qué es trabajar con amor?
Es tejer la tela con hilos extraídos de vuestro corazón
como si vuestro amado fuera a usar esa tela.
Es construir una casa con afecto,
como si vuestro amado fuera a habitar en ella.
Es plantar semillas con ternura y cosechar con gozo,
como si vuestro amado fuera a gozar del fruto. (...)
El trabajo es el amor hecho visible.
Y si no podéis trabajar con amor,
sino solamente con disgusto,
es mejor que dejéis vuestra tarea
y os sentéis a la puerta del templo
y recibáis limosna de los que trabajan gozosamente.
Porque, si horneáis el pan con indiferencia
estáis horneando un pan amargo
que no calma más que a medias el hambre del hombre.
Y si refunfuñáis al apretar las uvas,
vuestro murmurar destila un veneno en el vino.
Y si cantáis, aunque fuera como los ángeles,
y no amáis el cantar,
estáis ensordeciendo los oídos de los hombres
para las voces del día y las voces de la noche.
Fuente: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual
¡Gracias a Dios por la posibilidad de trabajar! Aquí les dejo con las palabras del poeta libanés Gibran Kahlil Gibran.
El trabajo (extracto)
De la obra "El Profeta"
Gibran Kahlil Gibran (Líbano-Estados Unidos)
Trabajáis para seguir el ritmo de la tierra y del alma de la tierra.
Porque estar ocioso es convertirse en un extraño
en medio de las estaciones
-y salirse de la procesión de la vida,
que marcha en amistad y sumisión orgullosa hacia el infinito.
Cuando trabajáis, sois una flauta
a través de cuyo corazón el murmullo de las horas
se convierte en música.
¿Cuál de vosotros querrá ser una caña silenciosa y muda
cuando todo canta al unísono?
Se os ha dicho siempre que el trabajo es una maldición
y la labor una desgracia.
Pero yo os digo que, cuando trabajáis,
realizáis una parte del más lejano sueño de la tierra,
asignada a vosotros cuando ese sueño fue nacido.
Y, trabajando, estáis, en realidad, amando a la vida.
Y amarla, a través del trabajo,
es estar muy cerca del más recóndito secreto de la vida. (...)
Y todo trabajo es vacío cuando no hay amor.
Y cuando trabajáis con amor,
os unís con vosotros mismos, y con los otros, y con Dios.
¿Y qué es trabajar con amor?
Es tejer la tela con hilos extraídos de vuestro corazón
como si vuestro amado fuera a usar esa tela.
Es construir una casa con afecto,
como si vuestro amado fuera a habitar en ella.
Es plantar semillas con ternura y cosechar con gozo,
como si vuestro amado fuera a gozar del fruto. (...)
El trabajo es el amor hecho visible.
Y si no podéis trabajar con amor,
sino solamente con disgusto,
es mejor que dejéis vuestra tarea
y os sentéis a la puerta del templo
y recibáis limosna de los que trabajan gozosamente.
Porque, si horneáis el pan con indiferencia
estáis horneando un pan amargo
que no calma más que a medias el hambre del hombre.
Y si refunfuñáis al apretar las uvas,
vuestro murmurar destila un veneno en el vino.
Y si cantáis, aunque fuera como los ángeles,
y no amáis el cantar,
estáis ensordeciendo los oídos de los hombres
para las voces del día y las voces de la noche.
Fuente: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual
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