Día 25. El principio y el final


Hoy, 25 de diciembre, culminamos la fiesta poética del blog. Como recordarán, todo empezó con la entrada titulada "Mi diciembre se escribe con g". Durante cada día de diciembre, con excepción de dos o tres en que se me complicó la agenda diaria, colgué palabras agrupadas en forma de poema. Aprendí y disfruté con cada uno de ellos; me reí, lloré y soñé; espero que ustedes también. El recorrido nos llevó por los más diversos temas: el amor, el sentido de la vida, la nostalgia, la esperanza, la solidaridad, la navidad, la libertad y la inocencia, entre otros.

Hoy, para terminar esta serie, publico una "Doxología", ubicada en la Biblia, en la carta de Pablo a los Romanos. Dice el diccionario de la Real Academia Española que una doxología es una "fórmula de alabanza a la divinidad, especialmente a la Trinidad en la liturgia católica y en la Biblia". El de hoy me parece un texto bellísimo. ¿Por qué termino con estas palabras? Porque en el Señor abrimos y cerramos el círculo; El es el principio y el final de todo.

¡Feliz Navidad! Qué la esperanza que el Señor nos trajo con su nacimiento inunde sus pensamientos y emociones durante todo el 2011. Nos vemos en algunos días, si Dios quiere.



"¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría
y del conocimiento de Dios!

¡Qué indescifrables sus juicios
e impenetrables sus caminos!
¿Quién ha conocido la mente del Señor,
o quién ha sido su mensajero?
¿Quién le ha dado primero a Dios,
para que luego Dios le pague?
Porque todas las cosas proceden de él,
y existen por él y para él.
¡A él sea la gloria por siempre! Amén"

Romanos 11:33-36
(Nueva Versión Internacional)

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