Día 8. Remedio contra la tristeza
¿Usted qué hace cuando está triste? El poema de hoy ofrece remedios insospechados: carreras, conejos, vuelos. ¿Ha tenido ganas de reaccionar como el avestruz? Llegue al fnal del poema para que conozca una salida distinta a esconder la cabeza en la arena.
Para correr con los conejos
Minor Arias Uva (Costa Rica)
Cuando estés triste,
ríete con la cara que refleja la nube.
Cuando te canses,
haz burbujas en el corazón del agua.
Abraza con güiros y maracas a tu abuelita,
cuando el frío le congele las canas.
Hasta la gripe se aleja con una caricia
de limón o mermelada.
Miel de abeja en cucharada
para cantar afinando la tos.
Corre con los brazos abiertos
cuando añores un avión o una gaviota,
brinca hasta tocar un hilillo del sol
cuando te creas cosmonauta
subido en un sillón o en tu propia cama.
¿Qué edad tiene ese caracol? ¿por qué juega?
Está celebrando su minuto infinitrón.
Jugar es barniz y escalón,
cosa de carreras y cosquillas.
Ardillas contentísimas y gallinitas ciegas,
ven hacia adentro
frescos túneles de luz
y caballitos de madera
que comen repollo y rábanos redondos.
Cuando estés triste
no imites al avestruz,
invítalo a correr
con pensamientos de horizonte
maromeros triquitraques
y poemas de memoria.
A la una y a las dos...alas.
Fuente: Arias Uva, Minor. Algunas ranas de salto quíntuple. 1era. edición, Editorial Costa Rica. San José, Costa Rica, 2008.
Para correr con los conejos
Minor Arias Uva (Costa Rica)
Cuando estés triste,
ríete con la cara que refleja la nube.
Cuando te canses,
haz burbujas en el corazón del agua.
Abraza con güiros y maracas a tu abuelita,
cuando el frío le congele las canas.
Hasta la gripe se aleja con una caricia
de limón o mermelada.
Miel de abeja en cucharada
para cantar afinando la tos.
Corre con los brazos abiertos
cuando añores un avión o una gaviota,
brinca hasta tocar un hilillo del sol
cuando te creas cosmonauta
subido en un sillón o en tu propia cama.
¿Qué edad tiene ese caracol? ¿por qué juega?
Está celebrando su minuto infinitrón.
Jugar es barniz y escalón,
cosa de carreras y cosquillas.
Ardillas contentísimas y gallinitas ciegas,
ven hacia adentro
frescos túneles de luz
y caballitos de madera
que comen repollo y rábanos redondos.
Cuando estés triste
no imites al avestruz,
invítalo a correr
con pensamientos de horizonte
maromeros triquitraques
y poemas de memoria.
A la una y a las dos...alas.
Fuente: Arias Uva, Minor. Algunas ranas de salto quíntuple. 1era. edición, Editorial Costa Rica. San José, Costa Rica, 2008.
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