Día 1. El oasis que somos
Imagen tomada de www.fondosypantallas.com
¡Empieza la fiesta! Este es uno de mis poemas favoritos y por eso arranco con él. En momentos de gran dificultad en mi vida ha sido una auténtica caricia para el espíritu. Gracias a Guillermo Fernández por unir palabras de esta forma tan bella y significativa.
Canción devota
Guillermo Fernández (Costa Rica)
Cada hombre es un oasis.
Si el sol lo toca , sus aguas nos entregan un reflejo único.
Si el viento lo frisa, una música resuena en la creación
/solitaria.
Un hombre no se puede ahogar en el polvo.
¡Se intenta! Y no se consigue.
Si en algún momento es engañado...
se sacude... se dispone al sol...
Un hombre no puede ser humillado.
Si lo pretendes,
podría llorar en el fango de las ciudades.
Dormir en el frío sin remedio.
Lo disminuirás un poco.
Le dibujarás el insulto en la piel, pero ¡ah!,
la lozanía del hombre no puede ser aplastada.
Se le tritura... Le caen ruinas.
Mas la mujer volverá hermosa de la ofensa que se le hizo a la
/mujer.
Y el hombre volverá fortalecido
del golpe que se le dio a su hermano.
Un hombre es un oasis.
Si da miedo es que ha mentido horriblemente.
Fuente: Revista Imago, No. 6. Noviembre, 1999. San José, Costa Rica. Pág. 19
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