Mi diciembre se escribe con g




Cuando llega el final del año las reacciones son diversas. Hay quienes invaden la casa con adornos navideños, mientras otros carecen de tolerancia para villancicos. Algunos guardan la plata extra con prudencia y otros caminan frenéticamente de tienda en tienda. No importa en cuál categoría estemos, usualmente hay un elemento que se reitera: al final del año hacemos un balance. ¿Cómo ha sido su año 2010? Cuando yo lo repaso hay una palabra que salta de inmediato, y esta es gratitud.

Estoy agradecida porque:
- Obtuve un nuevo empleo, un porrazo de aire fresco que anhelaba desde hace varios años.
- Me reencontré con la escritura en un abrazo de palabras que cada día se hace más intenso.
- Mis hijos disfrutan de sus logros. Jonatán aprendió a estudiar sin el acoso de su mamá (y la mamá aprendió a no acosarlo) y Lucía ya es capaz de tener un payaso al frente sin gritar histéricamente.
-Después de 16 años sigo casada con un hombre que ha aprendido a aceptar a la persona que yo soy. Es un gran compañero.
-El calor de las amigas me recuerda el verdadero sentido del amor y la solidaridad, mientras acompañamos a una de nosotras que está enferma.
-Mi familia es un tesoro en el que brillan joyas construidas de perseverancia, amor, compañerismo y risa.
- En muchos sentidos soy una nueva persona: más plena, libre, realizada, feliz y de mejor humor.
- En el 2010 he tenido comida en la mesa, una cama calientita, un jardín para cuidar y ¡un carro para mí sola!

Esta es mi lista. ¿Cuál es la suya? Tal vez su 2010 no ha sido sencillo. Yo he tenido años así, calendarios en los que me he dormido repitiendo en oración el versículo del Salmo 23 que dice: "Aunque anda en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo". Si su año ha sido así mi deseo es que en medio de las dificultades usted pueda sentir el amor del Señor, que siempre esta ahí -aún cuando a veces no nos percatamos- y nos abraza como el rayo de sol que calienta la espalda en las mañanas ventosas de diciembre. ¡Qué maneras! El Dios que creó el universo con solo pronunciar palabras nos abraza cada día.

Sí, estoy agradecida y por eso mi diciembre se escribe con "g"; es un diciembre lleno de gratitud. Lo quiero celebrar con ustedes, con un regalo de palabras para todos nosotros. Desde mañana y hasta el día 25 Una nota de esperanza ofrecerá un poema diario. Celebremos la vida con palabras. Este es solo el aperitivo, mañana empieza la fiesta. ¡Feliz diciembre!

Comentarios

Laura Casasa ha dicho que…
Hola Mau... Me gusta mucho tu nota de esperanza... Es vacilón... tus textos están imantizados. Te agradezco por estos mensajes tan cercanos y tan íntimos. Un abrazote.
Maureen Herrrera Brenes ha dicho que…
Muchas gracias, Laura. Realmente yo disfruto al escribirlos, y la bendición es doble al saber que otros también los disfrutan. Espero que te gusten los poemas. Se aceptan recomendaciones.

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