Acuerdo solemne



Las pasiones son cosa seria. Merecen acuerdos.

Considerando que:

1.    Leer es una de las cosas más placenteras que hay en esta vida.
2.    Cuando leemos escuchamos a otros (algunos viven a kilómetros de distancia y otros incluso ya murieron) y esto nos vuelve más sabios.
3.    La gente que lee, es inevitable, se vuelve  más crítica (analiza más y mejor). Esto es una gran medicina contra los ataques de estupidez que padece frecuentemente la raza humana bajo ropajes de  racismo, prejuicios, xenofobia y otras yerbas de odio similares.
4.    Gracias a los libros he entrado en contacto con gente bella, entretenidísima, lúcida y valiente como Juan Stam, Carlos Rubio, Ana Cristina Rossi, Antonio Skármeta, Julio Verne, John Steinbeck, Luisa González, Octavio Paz, Ana Istarú, Ernest Hemingway, Tatiana Lobo…
5.    La lectura me pone en contacto con una herencia muy dulce que me llega de mi papá y de mi abuela paterna.
6.    Cuando veo una buena película (me encanta el cine) recuerdo que todo empezó con una historia que alguien escribió.
7.    La vida cotidiana está llena de filas en el banco, viajes en autobús y salas de espera.
8.    De los placeres de la vida cotidiana hay uno que ocupa un sitio preferente: conversar, ojalá con un café, con otros locos apasionados que me cuentan de sus autores favoritos, sus últimas adquisiciones y cuál es el libro imperdible que debo meter a la fila de los que ya están en un molote en mi mesita de noche. 
9.    Leyendo, cada día conozco un poquito más sobre Dios y su amor bondadoso e infinito hacia todas las personas que poblamos este planeta.

Acuerdo lo siguiente:

1.    Seguiré leyendo cada vez que pueda. No abandonaré esos espacios benditos en que las palabras y yo nos volvemos un capullo inmune al entorno. Me aferraré a ellos  aunque haya que recoger la cocina, lavar el carro, ir al supermercado, alistar meriendas y atender una lista gigante de etcéteras.  
2.    Seguiré leyendo para que mis hijos me vean y no necesiten que yo les explique que este es un hábito tan importante y valioso como comer ensalada y hacer ejercicio.
3.    Entre lectura y lectura continuaré trabajando para ser escritora y alcanzar el colmo de la dicha: bendecir-remover-entretener-atizar a otros con las palabras, como tantos autores lo han hecho conmigo a lo largo de los años.
4.    Apoyaré a los escritores costarricenses. Leeré y compraré  sus libros, y les haré bulla cuando publiquen una nueva obra.
5.    Seguiré utilizando las bibliotecas y no me cansaré de invitar a otros a hacer lo mismo.
6.    Una nota de esperanza será vitrina para compartir con otros un estímulo, un patadón cariñoso, al mundo de los libros.

Así que, lectores queridos, pueden esperar más literatura por aquí. Empiezo con una probadita en el extremo derecho. No se pierdan del poema de Derek Walcott. Tal vez les guste, tal vez no; pero no les dejará indiferentes. Alguna parte de su interior quedará revolcada. Eso es lo que hace la literatura en la vida de la gente; nos hace pensar. Y mientras continuemos pensando, quedará una luz de esperanza.


Caricatura tomada de: http://alasombradeestearbol.blogspot.com/2011/05/me-gusta-leer.html

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